La petición al alcalde de Cali de una familia por el asesinato despiadado del padre: 'Vivo una pesadilla, ¿por qué a ti, papito?', dice una hija
La víctima atacada con una tabla. Murió por graves traumas. Foto:Archivo particular

Un guardia de seguridad decía que la mejor universidad había sido la de la vida. En esa vida en el transcurso de 61 años que había cumplido en abril de este año estaba su mayor tesoro: su hijos y su pareja.
Salía a trabajar para coger bus, a las 4 a. m.
Pero su familia no ha tenido sosiego desde el brutal asesinato, el pasado 15 de julio, a manos de quien sería un habitante de calle que vecinos de la avenida Simón Bolívar, en el oriente de Cali, ya tienen identificado como un hombre extremadamente violento.
Le arrebató la vida a Carlos Alberto Falla Vivas, nacido en Cali y dedicado a sus hijos. Soñaba con pensionarse pronto, adelantando los trámites con Colpensiones.
La víctima atacada con una tabla. Murió por graves traumas. Foto:Archivo particular
A diario solía madrugar para tomar el transporte público, a eso de las 4:00 o 4:30 de la mañana para ir a trabajar como guardia de la empresa de seguridad privada Inter Group Ltda. Se dirigía, como lo acostumbrado al barrio Ciudad Jardín, en el sur de la capital del Valle del Cauca.
La familia, amigos, allegados y compañeros de su empleo no se explican cómo un ser humano puede atacar con tal salvajismo a otro.
La víctima fue el adulto mayor que no vio venir los golpes, uno tras a otro, con total crueldad, de ese agresor que convirtió una tabla con clavos y puntillas en un arma letal. El asesinato sucedió en la calle 70 con carrera 7EB, cerca de una estación de gasolina, aquel 15 de julio de este 2025.
"Mi papá no se merecía eso", repite Carlos, uno de los cuatro hijos del adulto mayor. Nadie merece morir por mano de otro y no así.
Una hija que se encuentra en Chile, a donde Carlos Alberto Falla quería viajar, rindió un homenaje póstumo a su padre, preguntando incesantemente por qué él tenía que morir y de esa manera tan despiadada.
"Por eso, pido al alcalde de Cali (Alejandro Eder) y a todo su equipo que le dé a ese maldito todo el peso de la ley porque nos arrebató al centro de nuestra familia, a un buen hombre, un hombre que día día luchaba por su familia, yendo a trabajar cada día con un sueño y una ilusión (...), una escoria le quitó la vida a mi papá, justicia para mi papá", anotó en su red social.
La víctima atacada era Carlos Alberto Falla Vivas. Foto:Archivo particular
Quienes conocieron a Carlos Alberto Falla lo describen como un hombre amoroso, dedicado a sus hijos, a su trabajo, siempre responsable. Era una persona alegre que bromeaba con su familia, que disfrutaba de un atardecer. William le decía papá, aunque no era su padre biológico, pero lo vio de esa manera desde que tenía 5 años. Le había brindado su amor.
"Con profundo dolor y gran pesar, lamentamos informar el fallecimiento de nuestro querido colaborador Carlos Alberto Falla, quien hizo parte de la familia Inter Group Ltda Seguridad Privada con dedicación, compromiso y calidad humana", decía el mensaje en redes sociales.
"Expresamos nuestras más sinceras condolencias a sus familiares, amigos y seres queridos. Hoy despedimos no solo a un compañero, sino a un ser humano excepcional que dejó huella en cada uno de nosotros", se leía en el mismo mensaje.
"Elevamos nuestras oraciones y acompañamos a su familia en este momento de dolor, confiando en que encuentren fortaleza y consuelo en medio de esta irreparable pérdida", fue otro aparte.
Para la familia, el asesinato los dejó sin su pilar de vida, sin el hombre que se preocupaba por mantener a flote su hogar, siempre con sus hijos, animándolos a continuar en medio de las dificultades.
Carta de despedida a un padre
"Hoy, le escribo esto al mejor hombre del mundo: a mi papá, Carlos Falla. Gracias papito de mi corazón por acogerme y brindarme eso, amor durante años, aunque quería que estuvieras muchos años más con nosotros. Gracias absolutamente gracias por brindarme todo en el tiempo que estuviste conmigo en la buenas y malas. Te amo tanto papito, quisiera que esto fuera una pesadilla o una broma de mal gusto, pero no pa', es esta la realidad", estas son palabras para un hombre considerado un gran padre.
"Hoy me encuentro escribiéndote esto con el corazón y el alma en pedazos. Son tantos bellos momentos que viví a tu lado, tantos planes que aún teníamos tu viaje a Chile, que nunca se concretó y muchas cosas más. Eres un hombre ejemplar, el mejor de todos, no tengo palabra para describir el ser tan maravilloso que eras", dice parte del mensaje.
"Ahora te convertiste en mi más bello ángel, mi luz que me va a cuidar desde el Cielo. Son tantos años que compartí a tu lado que siento que faltaron más. Nunca olvidaré esa llamada que me destrozó para siempre y había hablado contigo en la noche. Me dijiste que habías comido, que te preocupaba, estabas tan radiante por cámara. Estabas hermoso. No sé si la muerte te estaba llamando, pero tú no la merecías, papito", dice un aparte.
"Ahora, ¿quién me va a cuidar? Ahora, ¿a quién voy a llamar todos los días por videollamada para mostrarle todo lo que hacía en mi día a día, para ponerle quejas, contarle todo de mi vida. No entiendo la vida por qué tan injusta. Mi corazón y mi mente están nublados. Siento que estoy en una pesadilla, que no he podido despertar, pero no logro entender, ¿por qué a ti? ¿Por qué te tocó a ti, papito? Recuerda que te amo siempre y esperando mi turno para que nos reencontremos. Allá en ese reino vas a brillar, allá en el reino de Dios. Te amo mi rey mi calvo, mi Caliche. Vuela alto mi rey hermoso, el mejor papá del mundo entero, el mío".
Carlos Alberto Falla era un padre bondadoso para sus hijos. Foto:Archivo particular
Lo despojó de su ropa
"El día de hoy (15 de julio), aproximadamente, a las 5:20 de la mañana, en un sector del barrio Alfonso López, un hombre, de 61 años, el cual estaba vinculado a una empresa de seguridad privada se encontraba esperando el servicio de transporte público para ir a su trabajo. En ese momento es agredido, al parecer, por un habitante sin techo que lo agredió con un objeto contundente. Por las heridas, esta persona falleció en el lugar de los hechos", dijo el comandante de la Policía Metropolitana de Cali, general Carlos Oviedo.
Añadió que por la oportuna reacción de la Policía, el presunto agresor fue capturado.
Personas cercanas de la víctima contaron que el habitante de calle logró despojar de la ropa al guardia de seguridad, sin ningún asomo de conciencia que permitiera dar muestras de arrepentimiento. Todo lo contrario. La indolencia fue su característica más marcada de quien se armó con la tabla llena de puntillas. Le habría quitado la camisa y la chaqueta.
La víctima murió por graves heridas causadas en la cabeza. No tuvo tiempo de defenderse por los constantes golpes de un ataque totalmente brutal y despiadado. Los traumas fueron en el rostro, el cráneo y en uno de sus ojos.
"Nadie merece ser asesinado. Don Carlos era un hombre bueno que se quitaba el pan de la boca para dárselo a otra persona. Ese hombre que lo mató debe ser juzgado con penas severas porque lo mató con total desprecio de su vida, con toda la crueldad", dijo un allegado.
CAROLINA BOHÓRQUEZ
Corresponsal de EL TIEMPO
Cali
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