Presidente Petro y demás autoridades se comprometieron a “desarmar la palabra”
En el encuentro propiciado por la Iglesia católica también intervinieron el procurador general, Gregorio Eljach, los presidentes de las Altas Cortes, y otros funcionarios.

En el marco de la invitación que realizó la Iglesia católica a las altas autoridades del Estado, partiendo desde el presidente Gustavo Petro para abajo, se realizó una reunión de más de una hora en la cual se produjo una declaración conjunta en la que todos los asistentes se comprometieron a “desarmar” la palabra y buscar el diálogo mutuo.
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“Nos comprometemos juntos e invitamos a todo el país a escucharnos, valorarnos y respetarnos en hermandad; a desarmar y armonizar la palabra; y a rechazar todo tipo de violencia, como forma de resolver los conflictos políticos y sociales. Elevamos una oración por la vida de Miguel Uribe Turbay, y por quienes en todos los rincones de nuestros territorios sufren hoy a causa de la violencia“, señala la declaración leída por monseñor Francisco Javiér Múnera, presidente de la Conferencia Episcopal.
Al término de la reunión, el procurador Gregorio Eljach afirmó que el balance de la misma es positivo y agregó que “todos estamos dispuestos, todos hemos firmado, yo particularmente no lo tengo que bajar (el discurso) porque nunca lo he levantado. El presidente firmó la declaración, nos dio unas explicaciones de orden de macroeconomía, microeconomía, historia de Colombia y estuvimos todos muy respetuosos “, aseveró.
Cabe mencionar que el presidente de la Corte Constitucional, magistrado Jorge Enrique Ibáñez, se retiró del recinto antes de que terminara la reunión, debido a que en la misma se comenzaron a realizar intervenciones por parte de todos los asistentes, que hacían referencia a la reforma laboral, la reforma pensional o la reforma a la salud.
Frente a dichos temas, y con la venia de todos los asistentes, el presidente Ibáñez solicitó retirarse para evitar hacer parte de discusiones sobre temas que están ya en conocimiento de la Sala Plena (como la reforma pensional) y de otras que pueden terminar en el alto tribunal de ser aprobadas: las reforma laboral y de salud. De hecho, el magistrado salió primero de la sede de la Arquidiócesis de Bogotá.
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