Cali

Vicepresidenta Francia Márquez rompió su silencio con un fuerte mensaje al gobierno de Gustavo Petro: 'Pasé de ser la heroína a ser la 'traidora''

Francia Márquez, durante el encuentro 'Juntas por la restauración de nuestra dignidad', en Cali. Foto:Iusef Samir Rojas

Vicepresidenta Francia Márquez rompió su silencio con un fuerte mensaje al gobierno de Gustavo Petro: 'Pasé de ser la heroína a ser la 'traidora''
La vicepresidenta de la República, Francia Márquez, aseguró ante decenas de asistentes en el auditorio de la Universidad Libre del sur de Cali que había permanecido mucho tiempo callada y que había llegado la hora de hablar. 
Y lo hizo durante la apertura del encuentro 'Juntas por la restauración de nuestra dignidad', de este 25 de julio, por la conmemoración del Día Internacional de las Mujeres y las Niñas Afrodescendientes.
"Hace algunos años fui la voz que recorrió el país, fui la cara de la esperanza. la mujer afrodescendiente que traía el eco de los ríos, de las casas humildes, de los saberes populares, de las manos callosas, de las mujeres que limpian las casas ajenas mientras sueñan con una vida digna. Pero pronto pasé de ser el fenómeno político, la heroína, a ser la 'traidora", afirmó la vicepresidenta. 
"Se nos quiere en la foto, pero no en la toma de decisiones. Se nos quiere como símbolo, pero no como un pueblo con voz. Se nos quiere obedientes. Y si no obedecemos, entonces viene el castigo: la violencia política, la cancelación y la deshumanización pública", afirmó.
Este 25 de julio conmemora la primera reunión de mujeres afros latinoamericanas y caribeñas, realizada el 25 de julio de 1992 en República Dominicana, la cual marcó un punto de partida para la lucha hacia la reivindicación y la visibilización de las afrodescendientes y todo su aporte cultural y social en la conformación de los estados, y que significó el comienzo de un cambio y la transformación estructural de la discriminación racial y los hechos de violencia, sexismo, exclusión, pobreza y migración en su contra.
Poco a poco, el auditorio se quedó en silenció, luego de recibirla entre aplausos cuando subió a la tarima. 
"Pero pronto pasé de ser el fenómeno político, la heroína, a ser la 'traidora'", afirmó durante la apertura del encuentro con participación de lideresas afrodescendientes de Colombia y de diferentes países.
Francia Márquez, durante el encuentro 'Juntas por la restauración de nuestra dignidad', en Cali.

Francia Márquez, durante el encuentro 'Juntas por la restauración de nuestra dignidad', en Cali. Foto:Iusef Samir Rojas

'Hablo desde el cuerpo de mujer negra celebrado, desgastado y desechado'

"Hoy no vengo a hablar solo de mí. Vengo a hablar desde un cuerpo afrodescendiente, un cuerpo de mujer negra que ha sido celebrado, instrumentalizado, desgastado y desechado. Porque sí, esta historia empezó con una celebración. El día que ganamos la segunda vuelta fue un día que se nos permitió la presencia, pero no se nos reconoció". afirmó.
"Hace algunos años fui la voz que recorrió el país, fui la cara de la esperanza. la mujer afrodescendiente que traía el eco de los ríos, de las casas humildes, de los saberes populares, de las manos callosas, de las mujeres que limpian las casas ajenas mientras sueñan con una vida digna", anotó.
Francia Márquez, durante el encuentro 'Juntas por la restauración de nuestra dignidad', en Cali.

Francia Márquez, durante el encuentro 'Juntas por la restauración de nuestra dignidad', en Cali. Foto:Iusef Samir Rojas

"Pero pronto pasé de ser el fenómeno político, la heroína, a ser la 'traidora'", sostuvo en el auditorio de la Universidad Libre, sede Valle del Lili, en el sur de Cali.
También señaló: "Porque en este país, cuando una mujer negra asciende, la sospecha la persigue. El sistema no se pregunta por sus capacidades, sino por si está en el lugar que se merece. Si se sale del margen asignado, entonces es “arrogante”, “desleal”, “torpe”, “incapaz” y “peligrosa”. 
Sostuvo, además: "Estamos viendo a líderes afrodescendientes participar en las dinámicas del poder, en gobiernos que se llaman progresistas, pero que aún cargan las marcas de un Estado racial.
Como decía James Baldwin, no todo lo que se enfrenta se puede cambiar, pero nada puede cambiar hasta que se enfrenta. Y eso estamos haciendo hoy: enfrentando".
Francia Márquez, durante el encuentro 'Juntas por la restauración de nuestra dignidad', en Cali.

Francia Márquez, durante el encuentro 'Juntas por la restauración de nuestra dignidad', en Cali. Foto:Iusef Samir Rojas

'Tengo ganas de gritar'

"Quiero ser clara: no estoy aquí para quedarme callada. No voy a fingir que no duele, que no cansa, que no desgasta. Tengo ganas de gritar, tengo ganas de www.vicepresidencia.gov.co contarles cómo este país nos arrastra en sus narrativas de exclusión, nos asfixia en su desconfianza, y luego nos culpa por no respirar. ¿Cómo se elimina a una mujer negra del poder en una democracia contemporánea? Con narrativas que sirven de antesala para los explosivos o las balas. Narrativas que repiten: torpe, incapaz, desconfiable", desleal, traidora crean el terreno perfecto para que alguien considere que eliminándonos hace patria".
Habló de las consecuencias que tiene cultivar el odio racial en contra de quienes se atreven, de acuerdo con alta funcionaria del Estado, se atreven a ocupar estos espacios. 
"Quiero mencionar dos casos que fueron conocidos por el país, en los que unas personas terminaron enfrentados a la justicia por haberse dejado cegar por el odio. Un odio cultivado por otros que, con intereses mezquinos y desde tarimas políticas, sembraron en ellos expresiones racistas en contra mía y en contra de todos los negros de este país", expresó. 
"El país aún no olvida cuando una mujer de avanzada edad, quien en Bogotá y desde la plaza de Bolívar, animada por las arengas que políticos hacían en medio de una marcha contra el Gobierno, terminó negando la condición de ser humano a los negros y nos equiparó con un animal, al tiempo que gritaba que era inconcebible que una negra pudiera hacer parte del gobierno. Claro que eso es racismo y claro que el racismo es delito, tanto que una Juez de la República así lo decidió y la condenó por hostigamiento y actos de discriminación", continuó con su discurso.
Agregó: "Esta fue una pena simbólica pero poderosa por el mensaje que dejó: ¡Odiar por el color de piel no es una opinión, es un delito! También recordamos el caso de un joven, paradójicamente víctima de la violencia en este país, quien embriagado del odio que se destilaba en las redes sociales, resultó deseando que a la sede de la Vicepresidencia le pusieran una bomba y de esa forma acabar con mi vida. Esa rabia no le pertenecía, era la rabia de quienes buscaban borrar del espectro político a una negra que, para ellos, no merecía estar usando las herramientas que el Estado dispone para proteger a sus funcionarios. Es valioso recordar este caso, porque la amenaza nos demuestra cómo el racismo y la discriminación les hace creer a quienes lo practican que no merecemos ni la dignidad, ni la vida".
También aseguró: "Desde la campaña hasta hoy, he vivido muchos episodios de deslegitimación, sabotaje y exclusión. Les cuento solo algunos: me dieron la misión de crear una institución sin estructura, sin recursos, sin apoyo. Me dijeron: 'Hazlo tú'. Y cuando argumenté que tres viceministerios eran muchos, me exigieron cinco. Lo hice, a pesar del bloqueo sistemático. Me acusaron de no ejecutar, cuando jamás me entregaron el instrumento para hacerlo. Se promovió la idea de que como soy negra, seguro robo. Sin haber tocado un peso, me trataron como criminal, porque el color de mi piel, tristemente, para muchos, me hace culpable".

'Me exigieron ser sumisa y exigí respeto y me dijeron arrogante'

"Me exigieron ser sumisa. Cuando exigí respeto, me llamaron arrogante. Poco a poco, lo que se me dijo en privado se va haciendo público. Ahora que guardo prudencia, se me acusa de complicidad por guardar silencio", agregó. "Esto no es solo personal. Esto es estructural", manifestó ante los asistentes en el auditorio de la Unilibre en el escenario del encuentro ''Juntas por la restauración de nuestra dignidad', lideresas de ciudades del territorio nacional y de 60 países del mundo, donde se elevó el clamor de libertad y restauración para las comunidades y, sobre todo, las mujeres y la niñas afrodescendientes. 
"La narrativa que justificó la esclavitud, esa que decía que las personas africanas no eran humanas sino animales de carga, no ha desaparecido. Solo ha mutado. Hoy se manifiesta en argumentos que indican qué puede o no decir una persona afrodescendiente. Hoy, la carga es simbólica: somos útiles para ganar elecciones, pero no para gobernar. Así como en el período republicano nuestras ancestras y ancestros fueron útiles para participar, en primera línea, en la gesta de la Independencia, pero no para obtener su libertad y participar en la naciente República", aseveró la vicepresidenta Márquez.

'Se nos quiere en la foto, pero no en la toma de decisiones'

"Se nos quiere en la foto, pero no en la toma de decisiones. Se nos quiere como símbolo, pero no como un pueblo con voz. Se nos quiere obedientes. Y si no obedecemos, entonces viene el castigo: la violencia política, la cancelación y la deshumanización pública. Hoy entiendo por qué tantas personas afrodescendientes que han llegado al poder se silencian. No porque no tengan ideas y capacidad para gobernar, sino porque el precio de hablar es alto. No se nos permite la irreverencia, y nuestros errores se magnifican. ¡Pero aquí seguimos!", dijo contundente.
"Sé que no estoy sola. No estamos solas. Y doy las gracias a todas ustedes por estar hoy aquí para preguntarnos cuál es el rol de las mujeres afrodescendientes en las democracias contemporáneas", dijo dirigiéndose a las lideresas y a todo el público del encuentro 'Juntas por la restauración de nuestra dignidad'. "Y hoy respondemos al mundo que estamos aquí para resistir, para proponer, para sanar y para construir nuevas formas de poder que no repitan las lógicas coloniales", dijo en su discurso.
"En estos años de Gobierno hemos creado una institucionalidad para la equidad: pusimos en marcha el Sistema Nacional de Atención, Prevención, Registro y Monitoreo de las Violencias Basadas en Género (Salvia). Una estrategia para proteger a las mujeres", indicó la vicepresidenta de la República.
Márquez dijo que logró lo que en 30 años no había sido posible, avanzar en la reglamentación de la Ley 70 de 1993, que reconoce los derechos del "pueblo negro en Colombia". 
Con cada palabra, el auditorio permanecía en silencio. "Ya hemos expedido tres decretos sobre recursos naturales, recursos mineros y ampliación y saneamiento de los territorios ocupados por las comunidades negras (decretos 1396 y 1384 de 2023, y el 0129 de 2024). Hoy, cuando la vida se pone en riesgo, una civilización del cuidado es necesaria. Por esta razón, avanzamos en la construcción de una sociedad que reconoce el cuidado como un pilar esencial para el sostenimiento de la vida, a través del Conpes de la Política Nacional de Cuidado", dijo la vicepresidenta Márquez.
La representante adjunta de la Organización de Naciones Unidas (ONU) Mujeres en Colombia, María Inés Salamanca, reconoció el trabajo y la incidencia de la vicepresidenta Márquez. "Decir que su rol ha sido una inspiración para millones de mujeres y niñas (...) Una lideresa social y ambiental. Una vicepresidenta de la República que refleja también a todas las mujeres que han eliminado barreras", dijo la alta dignataria.
"Ustedes nos han enseñado que la resistencia también es alegría, que la política también se hace con tambores, con arrullos, con poesía y con memoria viva. Nos han enseñado que el cuidado y la dignidad son principios políticos, que no hay feminismo completo sin antirracismo, y que no hay paz sostenible sin justicia para las mujeres afrodescendientes. Su liderazgo es fuerza transformadora en la defensa del territorio, la cultura, la paz y la vida. Han roto silencios, abierto camino, levantado comunidades y sostenido luchas que hoy nos permiten avanzar con mayor esperanza y claridad", expuso la representante adjunta de la ONU Mujeres en Colombia.
A su turno, el representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas en Colombia, Paulo Javier Lara, puntualizó en "la necesidad de acciones específicas para abordar la discriminación racial y de género, garantizando que las mujeres y niñas puedan participar plenamente en los aspectos de la sociedad civil, en donde siguen enfrentando profundas brechas socioeconómicas, discriminación, mayores niveles de pobreza y violencia basada en género". 
Pero Lara presentó con preocupación: "Una de cada cuatro víctimas de violencia sexual en el conflicto colombiano fueron mujeres, niñas y adolescentes afrodescendientes. En este sentido queremos resaltar la brecha de datos que, si bien en los últimos 25 años se han efectuado avances importantes en operaciones estadísticas, impulsadas principalmente por organizaciones y comunidades afrodescendientes, persiste en carencias de información desagregada y oportuna".
La directora de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) en Colombia, Donatella Montaldo, comentó: "Se han dotado de sentido cuando el ejercer los derechos se trata y cuando hay un voz efectivo de estos, que además es el mandato humano. Hacer evidente la defensa de los derechos humanos de las niñas y las mujeres afrodescendientes también contribuye a la pervivencia y revitalización de la cultura y, por tanto, apunta al atraigo, al fortalecimiento de su identidad y al cuidado del territorio ancestral". 
"Ahora bien, las niñas y las mujeres afrodescendientes, como ya he mencionado, sufren múltiples desigualdades y posiblemente más que otras mujeres. Que sea esta la oportunidad de contribuir desde la cooperación multilateral a cerrar estas brechas y mitigar las barreras de acceso al trato igualitario, a las mismas oportunidades, al voz efectivo de derechos de las libertades, en todo caso a la igualdad sustantiva", agregó la directora de la OEI. "La igualdad sustantiva de las niñas y mujeres afrodescendientes es una apuesta por la cohesión social. Esa cohesión que teje sentido, que teje pertenencia, que pone en valor las raíces y que invita a la cohesión entre todas, promueve la protección y el cuidado entre unas y otras y eleva a un máximo de bienestar para todas", recalcó.
"En el camino siempre van a haber tropezones, pero tenemos que seguir adelante. ¿Y por qué ha bajado un poco el nivel? Porque ha habido mucha polémica, mucha cosa que han dicho en contra de ella, (la vicepresidenta Francia Márquez) y entonces no es responderles a ellos con las mismas palabras de ellos, sino que hay que menguar y ser más inteligente, porque cuando la ignorancia habla, la inteligencia calla", opinó la lideresa Belsy Hurtado, de la Mesa Nacional de Mujeres Afro en el municipio de Zarzal, en el norte del Valle del Cauca.
Durante el encuentro estuvieron las cantadoras de Bojayá que con arte hacen resistencia. Manifestaron que después de la muerte de unas 80 personas cuando las Farc lanzaron un cilindro bomba en esta región del Chocó, durante enfrentamientos contra paramilitares, el 2 de mayo de 2002, la situación de guerra no ha variado significativamente. Las comunidades siguen mostrando acciones de resiliencia. "Es cantar por la resistencia, divulgar lo que nos pasa en el territorio".

La primera reunión de lideresas y defensoras afro fue en 1992

Una fecha que tiene como antecedente la primera reunión de mujeres negras latinoamericanas y caribeñas en República Dominicana fue el 25 de julio de 1992. En ese día se marcó un punto de partida para la lucha hacia la reivindicación y la visibilización de las mujeres afrodescendientes y todo su aporte cultural y social en la conformación de los estados, y que significó el comienzo de un cambio y la transformación estructural de la discriminación racial y los hechos de violencia, sexismo, exclusión, pobreza y migración en su contra.
Por eso, la resolución aprobada por la ONU constituye un hito histórico en el reconocimiento de esos derechos y de los aportes de las mujeres afrodescendientes en el sistema internacional de derechos humanos e implica un primer paso en la construcción de una plataforma estratégica para consolidar mecanismos de seguimiento, articulación e incidencia que avancen en políticas públicas y compromisos multilaterales con enfoque étnico-racial y de género.
Tras 33 años de esa primera reunión, el encuentro en la Universidad Libre, de Cali, estuvo marcado por música y teatro, pero con la voz fuerte de un público de lideresas repitiendo: "¡Cimarronas, libres!".
CAROLINA BOHÓRQUEZ 
Corresponsal de EL TIEMPO
Cali

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